Eros molesto por aquella actitud, decidió vengarse, y cogió dos flechas una del amor y otra del desdén. Con la primera clavo el amor en el pecho de Apolo y con la segunda el desamor en el de Dafne.
Dafne era una ninfa atractiva, dulce y delicada que había escogido no tener ninguna relación con los hombres.
Dafne notando que las fuerzas se le acababan, imploro ayuda a Artemisa
esta quiso que Dafne entrara a formar parte de los bosques en el momento en el que apolo llegaba a alcanzarla , la ninfa comenzó a convertirse en un bellísimo laurel.
Apolo, desconsolado, lloraba abrazado a su tronco a partir de entonces, apolo coronó su cabeza con hojas de laurel , porque del mismo modo que los cabellos del inmortal apolo no encanecen nunca las hojas del laurel jamás pierden su verdor, ni se secan.
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